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LA GACETA DE GAIA

NUMERO  10     LUNES  4   SEPTIEMBRE    2000                                                                                        PAGINA 1

COLOMBIA

Una cumbre ‘colombianizada’

El Plan Colombia no sólo se coló en la Primera Cumbre de Presidentes de América del Sur, organizada por Brasil para discutir formas de acelerar la integración regional, sino que ayer dominó ampliamente su primera jornada. 

 El tema salió al ruedo desde primeras horas del día. En un desayuno con la prensa internacional, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció su propósito de instar a sus once colegas a buscar mecanismos para garantizar que el Plan Colombia “no se desvíe hacia una dirección bélica”, pues esto pondría en peligro no sólo al proceso de paz, sino a toda la región. 

“Estamos preocupados (...) hemos escuchado que viene (a Colombia) un general estadounidense para verificar el plan y que ya hay asesores estadounidenses entrenando tropas (...) Brasil ha decidido reforzar su frontera con Colombia y nosotros estamos haciendo lo mismo”, dijo Chávez, que un día antes había advertido sobre el peligro de una

El mandatario venezolano comentó que el miércoles en la noche había discutido el tema con el presidente anfitrión, Fernando Henrique Cardoso, que hasta ahora no ha tocado el asunto públicamente. 

Cosa distinta ocurre con su canciller, Luiz Felipe Lampreia, que en declaraciones al diario El País de Madrid dijo que el conflicto en Colombia “es una fuente de gran preocupación” y “la más seria amenaza a la seguridad nacional brasileña en este momento. 

El Plan Colombia tiene “muy preocupada a América y con razón”, dijo por su parte el presidente de Ecuador, Gustavo Noboa, quien, sin embargo, descartó una militarización de la frontera y, en cambio, prometió una mayor inversión social en la zona.

El más perseguido

Por todo lo anterior, a su llegada a Brasilia el presidente Andrés Pastrana fue recibido por una nube de periodistas que lo persiguió durante toda la jornada. 

El mandatario colombiano reiteró que el Plan Colombia es “un plan para la paz, no para la guerra”, y lanzó un pedido de apoyo a la lucha que Colombia está librando contra el narcotráfico. 

“Estamos pidiendo compartir la lucha contra un enemigo común: el narcotráfico, que es el que financia la guerrilla, los paramilitares y la delincuencia común”, dijo Pastrana, quien además resaltó el respaldo de Estados Unidos a este propósito. “Quedé muy contento con la visita de (Bill) Clinton”, señaló.

Mensaje implícito

Con el respaldo estadounidense en firme, el presidente Pastrana y sus colaboradores parecían ayer claramente orientados a enviarle un mensaje a los once países de la región: “¿ustedes no nos van a apoyar?”.  

La visita de Clinton “fue un mensaje claro para la comunidad internacional de que el pueblo y el gobierno de Colombia cuentan con el respeto, la solidaridad y el respaldo de los Estados Unidos”, dijo la ministra de Comercio Exterior colombiana, Marta Ramírez, que acompaña a Pastrana. 

Y al ser interrogada sobre los temores que genera el Plan, respondió: “La comunidad internacional ha dejado muy sola a Colombia en la guerra contra el narcotráfico. Esa guerra nos ha costado a nosotros muchos millones de dólares y muchas vidas humanas (...) lo que nos proponemos es acabar con la violencia y el narcotráfico. Obviamente nuestra idea no es provocar más violencia”. 

Pastrana también trató de despejar temores asegurando que no habrá una intervención militar extranjera en Colombia mientras él sea presidente, y reiterando que su gobierno está convencido que la salida al conflicto es política y negociada, no militar. 

Brasil, que pretendía usar la Cumbre para catapultarse como líder regional y mostrarse frente a Estados Unidos como la voz líder del subcontinente, no tuvo más remedio que rendirse al peso del tema colombiano. “El Plan Colombia es el gran tema. Estamos concentrando nuestra atención en los efectos que el plan puede tener en Brasil, como el éxodo de guerrilleros y la transferencia de plantaciones y laboratorios", declaró a este corresponsal el general de las Fuerzas Armadas brasileñas y máxima autoridad militar del país, Alberto Cardoso. 

Demasiados temas es lo mismo que ninguno, parecía ser ayer la conclusión del primer día de la cumbre de presidentes. Democracia, integración, infraestructura, tecnología y narcotráfico quedaron prácticamente olvidados frente a un tema de creciente preocupación que no estaba en la agenda: el problema colombiano.